
En nuestra ikastola hemos tenido presente desde el principio la tendencia y el deseo de cuidar el entorno. Como consecuencia de ello, participamos en la primera edición del proyecto Agenda 21 en el curso 2007-08, momento en el que obtuvimos el certificado de Escuela Sostenible con otros 24 centros escolares.
El decálogo de Agenda 30 de la ikastola es testigo del trabajo realizado durante estos años. El segundo punto de la misma trata sobre la preocupación por el ahorro energético, que recoge, entre otros, los compromisos adquiridos por los miembros de la ikastola para ahorrar en consumo.
También en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), el séptimo punto hace referencia a la energía accesible y no contaminante. Como todos sabemos, los ODS no nos dicen lo que debemos hacer, sino definir un contexto que nos ayude a mejorar nuestros objetivos y acciones.
Y en este contexto situamos la última apuesta de la Ikastola en torno a las energías renovables: la implantación de placas fotovoltaicas.
Tenemos que intentar siempre reducir la contaminación y mejorar nuestra calidad de vida de forma sostenible. Y una forma maravillosa de reducir esa contaminación puede ser colocar placas solares en la ikastola. Así lo entendemos y apostamos por ello.
Y es que en edificios de gran tamaño como el nuestro, con un consumo eléctrico muy elevado, la colocación de placas solares supone generar energía propia de forma limpia y reducir la contaminación ambiental de las energías convencionales.
Hace muchos años que se están desarrollando soluciones eficaces y sostenibles para preservar el medio ambiente. Y estas soluciones se basan, sobre todo, en la producción de electricidad a partir de energía solar.
Con la colocación de placas solares en el edificio de la ikastola conseguimos muchas ventajas de la energía solar:
La energía es limpia, respetuosa y sostenible con el medio ambiente
Garantiza un suministro de energía eléctrica estable, cómodo y adaptado a todas las necesidades.